Pareja de Pinzones reales
El Pinzón real guarda un parentesco muy próximo con el Pinzón común. Se reproduce en Rusia europea y en la península escandinava. Durante el invierno, este pájaro baja hacia el centro y sur de Europa en grandes cantidades, buscando climas más suaves.
El Pinzón real no aparece más que muy raramente en los concursos. Se trata además de un pájaro que se enjuicia por su diseño, lo que no siempre es una ventaja.
Los flancos, sobre todo, son a menudo irregulares o están mal delimitados. En cuanto al pecho, no es siempre uniforme y su delimitación deja a veces de desear.
La reputación del Pinzón real nos recuerda que no se trata de un pájaro fácil, como he podido experimentar personalmente. Como, por otra parte, los Pinzones reales no crían generalmente más que una nidada por año, las posibilidades de sostenimiento de una cepa en el criadero disminuyen drásticamente. Y ahí veo yo el principal problema.
Fue en 1984 cuando logré mi primera cría de Pinzones reales. La pareja de reproductores había sido alojada sola en una voladera con las dimensiones ya varias veces explicadas en artículos precedentes, con las paredes cubiertas también por ramas de pino silvestre. Coloqué viejos nidos de Mirlo, Tordo y Verderón. El 24 de junio, veía el primer huevo.
No volví a controlar el nido hasta el 14 de julio, y al tocarlo comprobé como se alzaban siete pequeñas cabecitas… Aunque ya estoy, podríamos decir, insensibilizado después de tanto tiempo criando pájaros, esta escena sigue conmoviéndome. Me veía ya campeón provincial, campeón de Bélgica e incluso me atrevía a pensar en un título de campeón del Mundo, nada menos.
Pero aprendí de golpe que en la vida las quimeras permanecen quimeras y para parafrasear la conocida frase, título de un libro y de una película … “más dura será la caída”.
Al día siguiente de mi descubrimiento, uno de los pequeños no acudió al reclamo. El entusiasmo del día anterior dejaba paso a la preocupación y me planteaba la cuestión de lo que les pasaría a los seis restantes polluelos.
Inicialmente todo siguió yendo bien y pude anillar a los jóvenes el 20 de julio. Cuatro días después, encontraba dos pollos muertos bajo el nido. Parecía que los padres habían abandonado el nido y, haciendo de tripas corazón, me apresuré a alimentar a mano a los supervivientes
Tras la primera muda comprobé que se trataba de cuatro machos, con una librea más bien muy normalita. El color y el diseño en su conjunto eran de escaso valor y no consiguieron nunca más de 87 puntos. Sin embargo, alguien escribió sobre una planilla de enjuiciamiento: “Felicidades por su cría”. Pues bien, aunque nadie se lo crea, esto me satisfizo casi tanto como un título de campeón.
Como alimentación suministro una buena mezcla para Pinzón común, como la descrita en el capítulo de “Alimentación”. Añado pasta Orlux™ y también Claus para insectívoros™.
Suministro también regularmente gusanos de la harina, larvas y gusanos buffalo, acompañados de huevos de hormiga, que añado a los alimentos precedentes. Durante la cría, mis Pinzones reales reciben estos insectos a voluntad e incluso incorporo además pulgón verde y orugas inermes.
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