Elección y disposición de los alojamientos

Teniendo en cuenta que en este trabajo vamos a hablar de Psitácidas de porte medio y grande principalmente, nos referiremos a alojamientos de volumen adecuado y no hablaremos de las simples jaulas o voladeras de interior, sino de jaulones y voladeras de exterior.

Los jaulones

Los requisitos que deben reunir los contenedores adecuados para alojar a nuestras Psitácidas son:

– mucho espacio a disposición en relación a las dimensiones finales y a las costumbres de las especies que pretendemos alojar;

– funcionalidad, es decir garantía de existencia de amplias zonas de juego y de movimiento o vuelo;

– racionalidad, evitando formas geométricas, poco adecuadas para esta finalidad;

– facilidad para desarrollar las operaciones de limpieza y desinfección;

– idoneidad de los materiales empleados.

Los jaulones de cría son estructuras rectangulares de metal revestidas de redes o rejillas, con malla de 2 o 3 cm de lado.

Estos alojamientos deben estar separados del suelo o provistos de prácticas bandejas de chapa, en cualquier caso siempre con rejillas de separación que impidan que los pájaros entren en contacto con las deyecciones o restos de alimentos caídos sobre el fondo. Estos jaulones suelen ser superponibles y apilables, por razones de espacio.

Los jaulones de cría para ejemplares de talla media (Yacos, Amazonas, etc.) no deberían tener nunca unas medidas inferiores a 100 x 100 x 120 cm de longitud, pero es evidente que cuanto mayores sean, mejores serán las condiciones de vida y de salud de los ejemplares que se alojen, a veces durante muchos años, en estos espacios.

Evitaremos jaulones con materiales poco adecuados y potencialmente peligrosos pata los pájaros, y con formas geométricas irregulares.

Voladeras exteriores

Los requisitos esenciales que deben reunir son los mismos que los expuestos para los jaulones, con la diferencia de que estas voladores serán de mayores dimensiones, especialmente aquellas que deban alojar papagayos de talla grande y buenos voladores. Concretando, las medidas mínimas para una voladera que deba alojar a una pareja de grandes Ara deberían ser 12 metros cuadrados de base por 2 metros de altura.

El fondo de estas estructuras debe ser de cemento, con los adecuados orificios de descarga para los excrementos, los restos de alimentos y otros, dotados de los correspondientes filtros, para evitar atascos en los desagües.

Voladera interior para Neophema. Criadero: A. Lombardo. Foto: Alcedo.

Voladera interior para Neophema. Criadero: A. Lombardo. Foto: Alcedo.

Sin duda, los puristas de la cría según los dictados de la naturaleza propondrán la utilización de fondos naturales, tierra y plantas, que yo descarto porque los beneficios que obtienen los pájaros escarbando la tierra a menudo son menores que los riesgos constantes de contraer alguna infección.

En el proyecto de construcción de las grandes voladeras exteriores deberán separarse los espacios. De hecho, deberá estar previsto la protección de los ejemplares frente a los agentes atmosféricos, sobre todo la parte destinada a acoger los nidos, los comederos y los posaderos nocturnos, los más altos, pero permitiendo al mismo tiempo que los pájaros que lo deseen puedan disfrutar de los beneficiosos baños de sol y de lluvia, muy útiles para fijar la vitamina D y mantener el plumaje limpio y brillante.

Voladeras mixtas

Este tipo de alojamiento es considerado el más adecuado para la cría de grandes psitácidas por la mayor parte de los criadores.

Las voladeras mixtas constan de una doble estructura, externa e interna, que permite a los pájaros disfrutar en el exterior los días con buen tiempo y protegerse en el interior cuando las condiciones climáticas son menos favorables.

Gran voladera con árboles naturales para Aras, con zona exterior abierta y otra interior más resguardada. Criadero: Rattalino. Foto: Alcedo.

En la parte cubierta situaremos un solo posadero, los comederos y bebederos y el nido, éste último que se pueda inspeccionar siempre desde el exterior, garantizando la privacidad y el menor trastorno a la pareja reproductora. En esta parte podremos controlar más fácilmente la temperatura, la iluminación y la humedad, pero los riesgos de difusión de enfermedades serán también mayores. En la parte externa colocaremos algunos posaderos más y eventuales juegos y pasatiempos.

También en este caso aconsejo la utilización de un suelo de cemento, que facilitará las operaciones de limpieza.

Selección y acondicionamiento de las zonas de cría

Sea cual sea el tipo de alojamiento escogido, algunas opciones siguen siendo en cualquier caso obligatorias:

– colocar el aviario en un lugar a cubierto del viento y de las peligrosas corrientes de aire;

– orientar las voladeras preferiblemente hacia sur;

– toda jaula o voladera deberá garantizar a los ocupantes protección frente a la lluvia y los rayos solares directos;

– no utilización de materiales tóxicos e inadecuados (pinturas);

– elegir un lugar tranquilo, silencioso, lejos de carreteras y calles con mucho tráfico;

– jaulones y voladeras de reproducción deben estar dispuestos de forma que los pájaros vecinos no causen trastornos en época de reproducción;

– los alojamientos deberán estar a resguardo de depredadores y agentes infecciosos (ángulos muertos y zonas de difícil acceso para su limpieza;

– evitar alojar en el mismo espacio a papagayos con otras especies;

– prever en locales cerrados o mixtos ventanas amplias que permitan una buena aireación;

– para quienes pretendan criar pollos al palillo (cría a mano, papilleros) deberá crearse una zona aparte para este fin en la que estará la nursery y los locales de destete.

Todas las zonas deberán garantizar la máxima limpieza e higiene y no deberán comunicarse entre ellas de modo alguno, con el fin de conjurar difusión de enfermedades contagiosas. m