Hay quien piensa que los Estorninos son pájaros perniciosos, otros que no lo son. Posiblemente, si estos pájaros no se reuniesen en inmensas bandadas en determinadas épocas del año, nadie pensaría mal de ellos. Pero, por desgracia, es difícil deshacerse de una mala reputación, incluso cuando ésta es inmerecida. Y ese es el caso de los Estorninos.

Los Estorninos comunes crían a sus pequeños sólo, o casi, con insectos. Lo hacen separadamente, es decir por pareja reproductora. Podemos ver aquí y allá, Estorninos comunes muy atareados, revolviendo entre las hierbas del suelo, en busca de larvas, sobre todo de típulas, mosquitos de largas patas que, de hecho, no son mosquitos, que causan grandes destrozos en las raíces del césped de nuestros jardines.

Estornino pinto.

Estornino pinto.

Podría pensarse que existe un acuerdo tácito, pero el hecho es que los jóvenes, de cuatro a seis por nido, inician el vuelo prácticamente todos al mismo tiempo. Son así muchos los Estorninos que, súbitamente, aparecen volando en la naturaleza. Pronto son centenares, que pasan a ser millares en menos tiempo del que se emplea en decirlo. Sabiendo que toda esta chiquillería será centralizada en un punto común por sus padres, allí donde hoy sólo vemos algunos Estorninos comunes, veremos a un enjambre mañana.

El momento en el que los jóvenes Estorninos se destetan, los cerezos, una vez florecidos, están cargados de frutos. Podemos imaginar lo que ocurre cuando un regimiento de Estorninos cae sobre uno de estos vergeles. En un tiempo record, todos o casi todos los frutos son picoteados. El jugo mana literalmente de los árboles. ¡Una catástrofe para el propietario del campo! Se trata, hay que decirlo, de una imagen extremadamente negativa de estos pájaros. Una vez la estación de las cerezas acaba, los Estorninos comunes se abaten en masa sobre los vertederos de basura, algo verdaderamente mucho menos grave.

Otra faceta de la forma de vida de esta especie es la elección de un dormitorio comunitario, faceta negativa cuando el lugar elegido es un parque público o los árboles de un barrio determinado. Desde julio, decenas y decenas de “dormitorios” repartidos por todo el territorio se ven copados por millares de Estorninos comunes. Si se localizan en los bosques o en el campo, en los cañizos, no hay problema. Pero es muy diferente cuando eligen instalarse en un parque de nuestra ciudad. La suciedad se acumula y para los encargados de la limpieza municipal, la faena se incrementa notablemente. Imaginemos el número total de deyecciones si calculamos dos como media por pájaro y noche.

En octubre y noviembre, los estorninos comunes bajan del norte de Europa y se unen a las poblaciones autóctonas en determinados lugares. En ocasiones, hay que prohibir al público la entrada a los parques, ya que no se les puede impedir a los Estorninos. Es lo que ocurre, por ejemplo, en determinados años en Ostende, Bélgica.

En estos dormitorios “especializados” no suele encontrarse otra especie de pájaros y en cortos periodos de tiempo se convierten en verdaderas montañas de guano. Por más que intentemos echarlos, es prácticamente imposible, y más si tenemos en cuenta la enorme capacidad de los Estorninos comunes para adaptarse a una nueva situación.

 Estornino pinto blanco.

Estornino pinto blanco.

Antes de irse a dormir, los Estorninos desarrollan un impresionante ballet aéreo. ¿Cómo es posible que el vuelo de, a veces, más de cien mil ejemplares esté tan perfectamente coordinado?

Es por la noche cuando se pueden contar los pájaros. Se toma una fotografía de todo el grupo con un objetivo gran angular. Medimos su extensión y ampliamos un cuadrado de cinco centímetros de lado. Ampliamos suficientemente este cuadrado y contamos los pájaros que hay. De esta forma calculamos, más o menos exactamente, el número de pájaros en vuelo.

En muchas partes se ha intentando espantarlos, o al menos mantener la población, utilizando explosivos. Pero los resultados no han sido muy alentadores.

También en América se conocen anécdotas sobre estos pájaros. En 1890 y 1891, un centenar de estos pájaros fueron introducidos en libertad en Central Park, en Nueva York. Estos pájaros habían sido “ofrecidos” por Gran Bretaña para combatir una invasión de insectos.

Los pájaros se aclimataron rápidamente y pronto los Estorninos empezaron a multiplicarse. En 1918, su nuevo territorio cubría prácticamente toda América del Norte. Actualmente son, con los Gorriones comunes, también importados de Europa, los pájaros más comunes en América. Su número alcanza millones de individuos y aquel remedio contra los insectos se ha convertido en un mal casi peor que los mismos insectos.

El continente australiano y Nueva Zelanda están en la misma situación, por idénticas razones.

En la voladera

Aún siendo tan común, aún habiendo tantos, un Estornino pinto sigue siendo un pájaro soberbio.

Es fácil diferenciar los sexos: las hembras tienen un círculo blanco alrededor de la pupila de los ojos. Este detalle es ya visible cuando los jóvenes pájaros tienen cinco o seis semanas. Los ojos del macho son completamente negros. Los machos tienen también una librea más deslumbrante, las marcas del pecho son más reducidas y no se juntan sobre el abdomen, como en las hembras.

El macho en fase de celo no deja de cantar, batiendo sus alas. Cuando los Estorninos comunes están preparados para reproducirse lo podemos ver en sus picos, que es completamente amarillo, tanto en el macho como en la hembra. La base del pico es gris plomo en los machos. Si el pico de ciertos ejemplares no se pone amarillo es que algo no anda bien en esos pájaros.

Yo hago analizar regularmente las deyecciones de mis Estorninos, ya que son sensibles a la coccidiosis y a las infestaciones por gusanos.

Cría del Estornino pinto mutado

En enero de 1974 compré tres Estorninos pintos mutados. Se trataba de tres hembras: una plateada y dos brunas. En el mes de marzo, alojé a estos tres magníficos pájaros en una voladera de 2 m de longitud, 2 m de anchura y 0,80 m de altura, incorporándoles, como compañeros, tres magníficos machos de fenotipo ancestral, dotado cada uno de ellos de una anilla de color.

Estornino pinto bruno

Estornino pinto bruno

Construí siete nidales con bloques de cemento, que colgué en la voladera. Sus dimensiones interiores eran 20 x 20 x 30 cm y el orificio de entrada medía 6 cm de diámetro (no debe medir más).

A finales de abril descubría a uno de los machos cantando, con la cabeza sobresaliendo por el orificio de entrada del nidal. Poco después, una hembra bruna entraba en el nido escogido y empezaba de inmediato a recoger materiales para construir el nido.

Saqué entonces sin problemas a la pareja y a su nidal de la voladera común y los metí en una voladera de cría de 2 x 2 x 1,8 m. Después de un atento examen de su nueva residencia, los dos componentes de la pareja se pusieron a construir un bonito nido con hierbas secas y musgo.

A primeros de mayo pude constatar la primera cópula. El macho cantaba y sus plumas brillaban al sol. La hembra se posó a su lado y empezó a hurgar suavemente entre las plumas del cuello de su compañero. Se produjo entonces el acoplamiento, que no duró más que unos segundos. Pude contar hasta seis pisadas en una hora.

Durante este lapso de tiempo, la hembra plata había encontrado compañero en uno de los dos machos restantes y esta segunda pareja sufrió el mismo tratamiento que la anterior.

¡Fracaso!

El seis de mayo hice un control del nido de la hembra bruna. Para mi gran sorpresa, encontré un bonito huevo azul, que cinco días después eran ya cinco.

Tras trece días de incubación, me di cuenta de que la hembra bruna rebuscaba en el suelo de la voladera. Intervine de inmediato, suministrándole gusanos de la harina, lombrices de tierra, larvas y saltamontes en abundancia. La hembra alimentaba a sus pequeños con estos insectos, pero el padre pareció desinteresarse de su descendencia y se cebaba al máximo con el alimento vivo. Esto me ponía nervioso. La hembra bruna, por el contrario, se alimentaba de granulado para Túrdidos y todos los insectos que tomaba en su pico eran para su descendencia.

Estornino pinto plata.

Estornino pinto plata.

Al cabo de dos días, no pude contener mi impaciencia y me arriesgué a echar un vistazo al nido. Algunos días después, mi reserva de larvas se había agotado: me fui a comprar más, eliminando las larvas coloreadas artificialmente, conservando sólo las de color natural. ¡Al día siguiente, mis dos pollos estaban muertos!

Los gusanos para pescadores que se expenden en los comercios no son buenos para nuestros pájaros. Están tratados con colorantes, que son letales para los pájaros. Por ello hay que procurarse únicamente pinkies en los comercios especializados en alimento para aves.

Había cometido pues un error imperdonable. Los pollos tenían ya seis días y hubiese podido alimentarlos a mano fácilmente. Todas mis esperanzas se centraban a partir de entonces en la hembra plata, que había puesto su primer huevo, de los 4 que puso en total, el 10 de mayo. Le di entonces una gran cantidad de larvas, lombrices y gusanos de la harina. En aquel momento yo criaba también grillos, en diferentes terrarios, sobre la caldera de mi calefacción central, en el garaje. Escogí los ejemplares más grandes y se los ofrecí: son muchos los pájaros a los que les encantan los grillos.

Eclosionaron dos huevos, de los que obtuve dos pollos, un tercero era claro y el cuarto me dio un pollo muerto. El macho de esta pareja ayudó no poco en la alimentación de los pequeños, que crecían a ojos vista. Me sentí tentado de dejar a los recién nacidos con sus padres, pero al cabo de diez días, mis reservas de insectos se habían agotado. Retiré entonces a los pequeños del nido y los crié a mano. Crecían satisfactoriamente y después de algunas semanas pude ver por sus ojos que se trataba de dos hembras. Todos mis esfuerzos resultaban así vanos, ya que no había conseguido machos portadores. Sólo me quedaba como consuelo las dos hembras y la experiencia acumulada.

Un año después

En 1975, me centré a fondo en la cría de mutaciones de color y esperaba mucho de los dos Estorninos pintos bruno y de la plata. Uno de los pájaros bruno no tenía más que una pata y fue justamente éste quien tuvo el primer acoplamiento el 25 de marzo. Ponía su primer huevo el 1 de abril, al que siguieron otros cuatro. La hembra no salía prácticamente del nido y el macho no podía acercársele sin peligro de pelea. Se trataba de un macho de un año, que había sido criado a mano. Pelgrims había escrito en su artículo titulado “La cría del Estornino pinto albino”, que los estorninos pintos no son maduros hasta los dos años. Se trataba de un error, porque el 18 de abril, esos dos pájaros tenían cuatro pequeños.

En aquellos momentos no tenía más que gusanos de la harina, larvas y pupas de hormiga y estas últimas no fueron nada apreciadas por los padres y, en consecuencia, por sus pequeños. Añadí al menú bayas de serbal secas del año anterior. Esto hubiese debido bastar, pero al cabo de dos días, descubría a los pequeños transidos de frío y aunque traté desesperadamente de hacerlos entrar en calor, al cabo de unas horas habían muerto los cuatro.

Vuelta a empezar

El 10 de mayo, la hembra plata ponía el primero de cinco huevos. El 16 de mayo, todos los huevos aparecieron rotos contra el suelo y aún tuve tiempo de ver al macho lanzando al quinto fuera del nido. Se trataba, por contra, del mismo macho que el año anterior había demostrado un comportamiento ejemplar. Me desesperé y pensé que había llegado al fin de mi camino. Pero no había contado con mi soberbia hembra plata…

Pocos días después, era testigo de apareamientos repetidos y el 22 de mayo, un primer huevo azul, de la que debía ser la nueva nidada, aparecía en el fondo de la voladera, ¡pero estaba intacto! Lo recogí y lo volví a colocar delicadamente en el nido. Para evitar cualquier desmán del macho, de los que ya tenía conocimiento, lo exilé a una jaula de concurso, que situé cerca del nido. La hembra puso aún cuatro huevos más y, a partir del quinto, se puso a incubar asiduamente. Al cabo de trece días, eclosionaban tres huevos; en los otros dos, los pollos estaban muertos.

Estornino pinto agata

Estornino pinto agata

El alimento principal que suministré a los pollos fue gusanos de la harina en muda, blancos por consiguiente, los dos primeros estadios de la mosca (larva, pupa) de mi cría personal, grillos y muchas mariposas, de las que mi hijo pequeño capturaba en abundancia. Los jóvenes crecían a ojos vista.

Anillaba al quinto día, con anilla del modelo “M”, de 4,52 mm. El octavo día, decidí no correr ningún riesgo y empecé a alimentar a mano a los tres pequeños, ruidosos e indisciplinados, que tiraban más comida fuera del nido de la que ingerían. Finalmente, conseguía destetarlos.

De la necesidad de suministrar alimento vivo

A pesar de que he conseguido criar cantidad de Estorninos pintos en mi vida, el mayor problema ha sido siempre la tendencia a arrojar los huevos fuera del nido por parte del macho, por lo general, pero también, a veces, de la hembra.

Los estorninos pintos pueden clasificarse entre los pájaros difíciles de criar, lo que hay que relacionar con la increíble cantidad de insectos que estos pájaros requieren para la cría de su descendencia.

Para empezar, es necesario acumular una gran cantidad de alimento vivo antes de que se produzca el primer nacimiento. Los gusanos de la harina sólo son insuficientes. Un día traté de criar a los pollos de una pareja de Estorninos pintos brunos únicamente con gusanos de la harina. Los jóvenes presentaban patas con malformaciones, ya que el gusano de la harina tiene una pobre relación calcio/fósforo. Es por ello recomendable vaporizar un preparado vitaminado a base de calcio, sobre los gusanos de la harina, como el que damos a los perros y gatos jóvenes. Los pollos crecerán perfectamente si enriquecemos el menú con larvas, pupas de hormiga, mucha fruta, pasta universal, insectos secos, orugas verdes, mariposas, saltamontes y grillos.

Muchos aficionados a los Tordos, Mirlos y Estorninos creen que es necesario criar a estos pájaros en grandes voladeras. Pero esto no es exacto: se reproducen perfectamente en volúmenes de 2 m de largo, 1 m de ancho y 1 m de altura. Es necesario no alojar a más de una pareja por voladera, porque surgirían problemas desde el nacimiento de los pollos. Los insectos serían capturados por los otros pájaros que hubiese en la voladera, de forma que pocos, incluso insuficientes, quedarían para los padres al cuidado de pequeños. Nidales adaptados a los Estorninos pueden situarse en la naturaleza y colocar huevos de nuestros pájaros mutados al lado de los otros. Los Estorninos pintos en libertad no se preocupan mucho por el número de picos a alimentar.

A pesar de que, como he dicho, he criado muchos estorninos pintos en mi aviario, no he conseguido obtener ninguna mutación.

Ejemplar de concurso

Los machos son los más indicados para concursar, ya que las manchas sobre garganta, pecho y abdomen son más pequeñas y están mejor repartidas que en la hembra. Estas últimas tienen marcas más desarrolladas, que se juntan siempre en el abdomen.

Una falta que aparece a menudo en los Estorninos (en los Exóticos también) es la presencia de gruesas escamas sobre el tarso-metatarso y los dedos. Cuando nuestros Estorninos estén destinados a concursar, untaremos esas partes con vaselina o crema para las manos.

La colocación de una anilla abierta puede provocar también la aparición de estas escamas sobre el tarso-metatarso, por el roce de la anilla.

Los Estorninos pintos deben poder bañarse regularmente en agua limpia. Si no pueden hacerlo, su librea se hará mate, cuando la belleza de estos pájaros está precisamente en la brillantez de su plumaje. La insolación directa es también primordial. He podido comprobar que cuando tenemos a estos pájaros en un lugar al que no llegan los rayos del sol directos, empiezan a sufrir raquitismo antes o después. Explicar esto es complicado. Quedémonos con que los pájaros no pueden absorber las vitaminas D vía su alimento. Tienen una glándula sobre la cola, en la rabadilla, la glándula uropígea, que produce una secreción grasa, con la que untan sus plumas. Esa es la razón por la que todos los pájaros, con la excepción de aquellos que no disponen de esa glándula (cormorán, que extiende sus alas al sol para secárselas) o que tienen esa glándula atrofiada, se lustran el plumaje pasando a menudo el pico por la rabadilla: buscan la secreción sebácea que les ayudará a tener su plumaje brillante y también a hacerlo impermeable. Los Estorninos pintos, que tienen una librea muy brillante y muy grasa, utilizan mucho su glándula uropígea.

Los pájaros retiran las vitaminas D de los rayos ultravioleta que nos envía el sol. Estos son captados por partes desnudas del cuerpo del pájaro, pero también por la plumas: untar las plumas con sebo optimiza la absorción. (Atención: los rayos ultravioleta no pueden atravesar ni el vidrio ni el plástico).

Una alternativa consiste en suministrar regularmente aceite de hígado de bacalao o conchas de ostra molidas. La vitamina D se obtiene también en las farmacias, pero hay que ser muy prudente en el uso que hacemos: estas vitaminas hay que disolverlas en aceite y pueden provocar problemas en el hígado en casos de exceso.

Los Estorninos pintos son pájaros robustos y poco exigentes, que nos proporcionarán muchas alegrías durante los años que los cuidemos.

Mutaciones

Bruno, Blanco, Plata.

Aberraciones

Agata, Opal.

Ficha Técnica

Forma nominal

Hábitat

Sturnus vulgaris vulgaris

Europa del norte al centro y oeste. África del norte, América del norte (introducido)

Subespecies

Sturnus vulgaris caucasius

Irán septentrional

Sturnus vulgaris faroensis

Islas Féroe

Sturnus vulgaris humii

Himalaya occidental

Sturnus vulgaris minor

Meseta iraniana

Sturnus vulgaris nobilior

Irán septentrional

Sturnus vulgaris poltaratskyi

Siberia meridional

Sturnus vulgaris porphyronotus

Turkestán, Nepal, Norte de India

Sturnus vulgaris purpurascens

Rusia meridional

Sturnus vulgaris tauricus

Sudoeste de Europa

Sturnus vulgaris zetlandicus

Islas Hébridas, Islas Shetland