Con sus 25 cm, el Mirlo común es un robusto Túrdido. Su área de distribución, como vemos en el cuadro anterior, es enorme.

Quien durante los meses de marzo, abril, mayo y junio quiera gozar de un amanecer espléndido, deberá levantarse temprano. Durante este periodo del año y al amanecer, centenares de machos de Mirlos comunes delimitan sus respectivos territorios, mediante un canto melodioso y sonoro. Todos esos cantos unidos, reforzados por los de otras especies ofrecen a los subyugados oyentes un momento musical intenso, de gran belleza. Cuando el tiempo amenaza lluvia y al atardecer, también cantan los Mirlos, pero quizás a esas horas el ruido del tráfico en determinadas zonas, impida que les oigamos.

Su plumaje, negro como la noche, y su pico amarillo, hacen del macho una presencia notable y notada. La hembra es bruna y luce sobre el pecho el manto típico de los Túrdidos, las rayas que encontramos sobre la mayor parte de los Tordos. Los Mirlos jóvenes se parecen a la hembra, pero por lo general son aún más marcados. Este camuflaje, pues de eso se trata en su caso, les ayuda a protegerse frente a numerosos peligros, como las Urracas, los Arrendajos, las Cornejas, otros pájaros de presa y los gatos. Peligros, frente a los cuales de nada les servirá su plumaje, están representados por el tráfico automovilístico y ferroviario, bajo el que sucumben muchos jóvenes pájaros cada año.

Al Mirlo común le gustan los lugares en los que abunda la hierba, cuanto más baja, mejor. Allí encuentra las lombrices que necesita y que constituyen el alimento base de sus pequeños. Tres posturas anuales de entre cuatro y cinco huevos cada una, es una estimación ajustada. Esto compensa las pérdidas de las que acabamos de hablar.

El nido del Mirlo común puede encontrarse en cualquier parte y casi me atrevería a decir que incluso prefiere los lugares más incongruentes para nidificar. Así, encontraremos sus nidos en matas bajas, en árboles altos, en el suelo, en los poyos de las ventanas, contra las paredes de los edificios, a las que están a veces cementados. Los materiales utilizados por el Mirlo común son también eclécticos: hierba seca, papel, alambres, raíces, etc.

En la voladera

La irrupción de diferentes mutaciones como la bruna, la opal, la albina, la blanca de ojos negros y la bruno pastel ha impulsado el interés de los aficionados por el Mirlo común.

Recomendamos utilizar una voladera espaciosa – 3 x 2 x 2 m, por ejemplo-, en la que introduciremos ramas sólidas de conífera, para ofrecerles refugio adecuado. ¡Hay que tener en cuenta que los Mirlos no siempre son muy condescendientes con los de su propia especie!

A los Mirlos les gusta anidar en una maceta invertida; el diámetro mayor de este cono truncado debe tener más o menos 20 cm. Esta maceta debe estar, evidentemente, camuflada con ramas de conífera.

Hembra de Mirlo negro pastel.

Hembra de Mirlo negro pastel.

Podemos esperar los primeros huevos para comienzos de abril. Son de color azul verdoso y sembrados de manchas marrones, y son de talla variable.

La hembra incuba sola durante catorce días, pero cuando nacen los jóvenes, el padre ayuda ejemplarmente en su alimentación.

La base de la alimentación está constituida por lombrices, a las que se incorporan larvas, gusanos de la harina, gusanos buffalo y saltamontes.

Cuando los anillemos, tendremos que estar atentos a que los padres no los echen del nido.

Ejemplar de exposición

Si queremos que nuestros Mirlos participen en concursos, tendremos que criarlos necesariamente a mano. Y ni siquiera en este supuesto podemos estar seguros de lograr pájaros tranquilos, que mantengan intacto su plumaje ante los ojos atentos de los jueces. Hay que evitar a toda costa que tengan ocasión de lanzarse contra el enrejado de la jaula o la voladera y se estropeen sus plumas.

Antes eran penalizados los jóvenes por el color “transitorio” de su pico. Como se sabe, el color del pico de los jóvenes Mirlos macho es negro bruno, pero se modifica durante el invierno siguiente, pasando a amarillo. Hay un cierto periodo de tiempo en que coexisten las dos coloraciones y esto no puede ser considerado como una falta.

Mutaciones

Bruno, Isabela, Opal, Albino, Blanco, Pio, Satiné.

Aberraciones

Albinismos parciales.

Ficha Técnica

Forma nominal

Hábitat

Turdus merula merula

Europa occidental

Subespecies

Turdus merula mauritanicus

Marruecos, Argelia y Túnez

Turdus merula aterrimus

Sureste de Europa, Cáucaso

Turdus merula similimus

Sudoeste del subcontinente Indio

Turdus merula azorensis

Islas Azores

Turdus merula bourdilloni

India meridional

Turdus merula cabrerae

Madeira, Islas Canarias

Turdus merula intermedius

Asia central, Afganistán

Turdus merula kinisii

Sri Lanka

Turdus merula mandarinus

China occidental (Guizhou)

Turdus merula maximus

Pakistán, India, Tíbet

Turdus merula nigripileus

India centro-meridional

Turdus merula sowerbyi

China occidental (Sichuan)

Turdus merula spencei

India oriental