Con sus 45 cm, la Urraca es el más grande de los pájaros cantores europeos y, al igual que el resto de los Córvidos, no goza precisamente de una reputación favorable. Se asegura que se ceba en los huevos y en los pollos de la Perdiz gris y del Faisán común, algo que no le perdonan los cazadores que, como bien podemos imaginar, prefieren ver a estos volátiles en sus platos antes que en el estómago de las Urracas.

Sin embargo, este comportamiento es natural. ¡Hay que alimentar a los pequeños! Y esto vale tanto para la Urraca como para el cazador.

La Urraca tiene un papel que jugar en esa gran obra de teatro que es la Vida, cuyo acto principal podría llamarse “selección natural”. De hecho, la Urraca es en cierta forma el basurero designado por el Creador para ocuparse de la eliminación de los débiles. Para los pájaros heridos, muertos o casi, así como para las desgraciadas víctimas del tráfico automovilístico, como y también aquí, los pájaros, las ratas, los erizos, los ratones, las ranas, los perros, los gatos… la Urraca es un enterrador muy eficiente.

En la voladera

Los pollos de Urraca recién nacidos han sido cogidos de sus nidos por el hombre, desde tiempo inmemorial, para ser criados a mano y servir de animales de compañía. Las Urracas pueden domesticarse como los Periquitos y pueden llegar a imitar vocalmente toda suerte de pájaros y ruidos. Tengo un amigo que tuvo una que silbaba como un hombre y que pronunciaba algunos nombres. ¡Silbaba tan bien que un día su vecina pensó que era mi amigo quien le silbaba admirativamente!

Urraca bruna.

Urraca bruna.

Pero su cría no es fácil y hay pocas experiencias de su cría en voladera. Y, sin embargo, si nos tomamos la molestia de observarlo de cerca, sobre todo cuando está al sol, no nos queda más remedio que admirar la prestancia y elegancia de este pájaro, de un negro metálico muy brillante, contrastando con un blanco inmaculado, unos atributos que pocos pájaros poseen.

El nido de la Urraca es también muy característico. Sin techo, abierto a los cuatro vientos, está construido con sólidas ramas trenzadas entre ellas y compactadas con arcilla. El interior está forrado con hierbas secas. Las Urracas construyen varios nidos al mismo tiempo, aunque sólo utilizarán uno, un comportamiento misterioso que todavía no se ha desvelado. Pienso que se trata de un comportamiento natural dirigido a despistar a sus numerosos enemigos.

La puesta, a primeros de abril, suele oscilar entre cuatro y seis huevos verde azulados, salpicados por manchas marrones, que pueden variar enormemente en cuanto a la talla y el color. La hembra, que incuba sola, lo hace durante 18 días. Las jóvenes Urracas no abandonan el nido hasta al menos las cinco semanas de vida. Son alimentadas con nutrientes muy ricos en proteínas, como insectos, anfibios, pajarillos, huevos y pequeños roedores.

No realizan más que una única postura anual, pero si el ciclo normal de incubación se ve alterado, puede haber una segunda puesta excepcional.

Las mutaciones de la Urraca

Existen algunas mutaciones de este pájaro, la bruna, la opal y la blanca, pero no se tiene conocimiento de su existencia en voladera. En los Países Bajos, algunos criadores, entre los que destacaría a Theo Jeukens y a Piet Voets, han trabajado mucho para pasar estas mutaciones a cepas estables, porque sería una lástima que desapareciesen.

Mutaciones

Bruna, Isabela, Blanca, Pastel.

Ficha Técnica

Forma nominal

Hábitat

Pica pica pica

Europa central, occidental y oriental

Subespecies

Pica pica asirensis

Sudoeste de Arabia

Pica pica bactriana

Rusia, India

Pica pica bottanensis

Himalaya, Tíbet

Pica pica camtschatica

Nordeste de Asia

Pica pica fennorum

Escandinavia, Rusia

Pica pica galliae

Europa occidental

Pica pica hemileucoptera

Centro-oeste de Asia

Pica pica hudsonia

Canadá, Estados Unidos

Pica pica leucoptera

Centro-este de Asia

Pica pica mauretanica

Noroeste de África

Pica pica melanotos

Península ibérica

Pica pica nuttalli

California

Pica pica sericea

China, Birmania, Indochina