A través de estas líneas pretendo dar a conocer, algo más si cabe, este maravilloso pájaro, que crío desde hace tiempo. Recuerdo que lo encontré por primera vez (un macho) en una tienda de animales de Granada, y pensé que tenía algo especial, distinto a todos los pájaros que conocía: su profundo color marrón, el contraste del pico negro (estaba en época de celo), el negro y rosa de las alas… Pregunté al dueño de la tienda y me dijo que era un camachuelo y …poco más. Por aquel entonces, sólo criaba algunos canarios en casa de mis padres. La siguiente ocasión que se cruzó en mi camino fue años más tarde, allá por 1998, y esta vez no desaproveché la oportunidad ya que compré una pareja, de la cual recuerdo especialmente a la hembra porque murió en el año 2005 y que resultó una magnífica y longeva reproductora, con una puesta global de más de 60-70 huevos. La especie la perdí en el año 2006, pero pude reconstruir una pareja, ya con las consabidas restricciones de la gripe aviar, y en 2007 formaba tres parejas con incorporaciones de algún sujeto externo.

Camachuelo Desertícola

Camachuelo Desertícola

Aún cuando es especialmente bello, no dudo que las mutaciones que seguro surgirán y sus prometedoras hibridaciones van a producir la difusión de este fringílido, a pesar de que existen pocos sujetos en criaderos. Las restricciones o prohibiciones de captura sobre las especies de ornicultura siempre han producido fantásticos resultados, no sólo en la preservación de las poblaciones naturales, sino en la cría y proliferación de mutaciones. Ejemplos muy notorios son el Diamante de Gould o el Cardenalito de Venezuela, cuya reproducción controlada se disparó cuando se prohibieron las capturas e importaciones desde sus lugares de origen. No creo, sin embargo, que la difusión de esta ave sea tan complicada como los dos casos mencionados, porque es más rústica y de reproducción sencilla, como veremos después.

Pero entremos en materia. Este camachuelo es comúnmente nombrado como “Camachuelo de Alas Rosas” o camachuelo de “Lichtenstein”. Ambas denominaciones son erróneas, aunque todavía se usan con frecuencia. La terminología de “alas rosas” es del todo inapropiada ya que esta particularidad (poseer parte de las plumas primarias y las secundarias de tonalidad rosácea) no es patrimonio exclusivo de esta especie; ejemplos de “alas rosas” los tenemos en las especies Rhodopechys sanguinea, Rhodopechys githaginea y Rhodopechys mongolica. Posiblemente el uso popular de este nombre se deba a que fue, con diferencia, el ave con “alas rosas” más importada hasta la llegada de la gripe aviar y el cierre de fronteras para los pájaros silvestres foráneos al territorio de la UE.

El color marrón se extiende por todo
el pecho hasta el bajo vientre, donde
vira a blanco

La denominación de “Lichtenstein” se debe al eminente zoólogo alemán Martín Heinrich Carl Lichtenstein (1780-1857), quien, entre otras cosas, lideró en Berlín la cátedra de Zoología de la Universidad, fue director del museo zoológico y fundador del zoológico. Fruto de esa influencia, su nombre en francés e italiano son respectivamente, Roselin de Lichtenstein y Trombettiere di Lichtenstein. Como hecho curioso, citar que la referencia taxonómica de esta ave, Lichtenstein 1823, ofrece 115 referencias de animales para este autor y ese mismo año.

En realidad, el nombre aceptado en la actualidad por la SEO (Sociedad Española de Ornitología) es el de camachuelo desertícola, aún cuando no se puede considerar como definitivo, ya que esta especie está incluida en el documento “La lista ‘E’ del Grupo de Aves Exóticas de SEO/Birdlife de las aves de España”, que incluye a 323 especies registradas como no establecidas (categoría E). En concreto, esta ave pertenece a la tipología E3, que son especies observadas solamente de forma ocasional, sin haberse constatado su reproducción. De hecho, la única captura de que se tiene noticia es la acontecida el 30 de abril de 1997, en el islote Isla del Aire, Menorca (Baleares). Otras especies pertenecientes a esta categoría son, por ejemplo, el pardillo sicerín, el canario de Mozambique o el camachuelo trompetero, aunque este último es posible que desaparezca de esta lista, ya que se ha constatado su éxito reproductivo en el sureste peninsular.

Es importante resaltar que algunos autores piensan que no es afortunado el calificativo de “desertícola”. De hecho, la denominación desertícola le viene por la traducción literal del inglés “Desert finch”, la cual no parece tampoco demasiado acertada como así lo manifestó el eminente ornitólogo español Francisco Bernis, ya que la especie no ocupa exclusivamente ese hábitat. Este autor opinó que ni siquiera es acertado el nombre de “Camachuelo”, ya que así como “Camacho”, se conoce en muchas localidades de España al Pardillo Común (Carduelis cannabina), propuso para los “Camachuelos” (géneros Carpodacus, Pinicola Rhodopechys) el nombre de “Pírrula”.

Es todavía común encontrar a este pájaro incluido en el género Rhodopechys. De hecho todavía Clement, Harris y Davis, en “Finches&Sparrows”, lo incluyen en el género Rhodopechys. Sin embargo, revisiones taxonómicas posteriores lo han incluido en el género Rhodospiza, al que pertenece en la actualidad de forma consolidada.

El estudio científico más reciente del que tengo noticia es el artículo publicado por Zamora et al., “Rhodopechys obsoleta (Desert finch): a pale ancestor of greenfinches according to molecular phylogeny”, en el que se pone de manifiesto los análisis realizados para determinar la distancia génica entre especies. Una de las conclusiones más importantes es que esta ave no tiene relación con otros pájaros parecidos del género Rhodopechys y que está más cerca de los verderones (especies chloris, ambigua, sínica y spinoides), que de cualquier otro grupo de fringílidos. Los autores dan como hipótesis plausible la diferenciación de la especie por aislamiento geográfico de una población (alopatría).

El Camachuelo Desertícola en la Naturaleza

Notas descriptivas

Su tamaño oscila entre 14-16 cm, longitud alar de 25-27 cm y un peso de 30-33 gramos. Presenta dimorfismo sexual, no muy acentuado como en otras especies de fringílidos, aunque notorio y manifiesto. Ambos sexos son de color marrón, con variaciones según la zona de donde procedan (no se han descrito subespecies, aunque he podido comprobar las variaciones de tonalidad que presentaban distintos ejemplares). Las hembras y los jóvenes de primer año tienen una coloración más clara que los machos. El color marrón deja paso progresivamente al blanco desde el pecho hasta el bajo vientre. Las hembras tienen el centro de las terciarias, el pico y las bridas pardo-grisáceas y son, por lo general, algo menores y menos pesadas que los machos. El color rosa y negro de las alas es menos extenso e intenso.

El diseño alar y caudal es
mucho más aparente y nítido en los
machos

Hasta que inician la diferenciación sexual, todos los juveniles parecen hembras. Después de la muda post-juvenil, los individuos de 1er año se parecen a los adultos de su sexo, pero los machos retienen algunas terciarias juveniles pardas y, a menudo, algunas grandes coberteras juveniles pardas (los machos de 2º año o más tienen las terciarias negras y las grandes coberteras negras y rosas). Las bridas son pálidas.

Sus picos tornan a negro en la época de celo, en vez del color marrón nacarado que normalmente presentan. Los machos presentan las bridas claramente marcadas de color negro.

El macho, cuando está en celo, emite unos sonidos pronunciados, de tipo nasal, muy fuertes y de manera repetida, de tipo “prruii-prruii”; “prrryv-prrryv” o “prrrt prrrt”, parecido al verderón por su potencia, pero no tiene un canto atractivo. La pigmentación de su piel es rosáceo-rojizo, de un color muy característico.

Distribución

En libertad no se considera una especie en peligro, aunque no existe información de cambios en las poblaciones salvajes, excepto en Israel, donde se asentó a partir de 1950, con el desarrollo agrícola que les proporcionó árboles y un constante suministro de agua, vital en la época de reproducción.

Es una especie ampliamente distribuida por Asia Central, con algunas poblaciones repartidas en el Paleártico Oeste, sureste de Turquía, norte de Siria, sureste de Israel, sur de Jordanía y norte de Arabia Saudita, Irán, Afganistán y Pakistán. Además de los países indicados, la especie que nos ocupa cría en Arabia y desde el este de Irán al norte de Kazakhistán, oeste del Tíbet y Mongolia.

Pareja de jóvenes reproductores
obsoleta. Observar la ausencia de bigoteras negras en la hembra, en segundo
plano.

En Israel y Turquía, se tiene noción de que existen varios miles de parejas nidificantes. En Jordania también es bastante común. Además de en España, se tiene constancia de que hay individuos escapados en Gran Bretaña y Holanda. Es fundamentalmente una especie sedentaria, aunque realiza pequeños desplazamientos parciales de octubre a marzo, fuera de la época de cría. Es muy social durante todo el año, principalmente fuera de la época de cría.

Hábitat

El hábitat es mayoritariamente zonas semiáridas con árboles y arbustos dispersos, aunque también se localiza en zonas cultivadas. Se encuentra hasta altitudes de 2.000 metros. No cría en forma de colonias aunque es sociable y es un pájaro denominado de los de suelo, ya que permanece mucho tiempo en él.

Alimentación en Libertad

Se alimenta fundamentalmente en el suelo, en terrenos despejados o con árboles y arbustos diseminados y también en huertos. La dieta consta principalmente de semillas, aunque durante la época de cría también come insectos. A veces se observa en ramas de árboles o entre matorrales, alimentándose de yemas y brotes.

Reproducción

Se conoce que, en Israel, la primera puesta la realiza entre finales de marzo y mediados de abril. En mayo/junio (sobre todo 2ª quincena de junio) hace una 2ª puesta. En Turquía, se han encontrado pollos en el nido a mitad de mayo. La puesta consta de 4-6 huevos, la incubación dura de 12 a 15 días y los pollos permanecen en el nido 13-14 días.

Los nidos suelen construirlos en arbustos leñosos o árboles de 1 a 5 metros sobre el nivel del suelo, con frecuencia en especies cultivadas. Los materiales utilizados para la construcción del nido son variados, pero con preferencia, materiales suaves.

Las puestas suelen ser prolíficas en huevos y no es nada raro que las hembras pongan hasta 6 huevos.

Alimentación y mantenimiento en criadero

El camachuelo desertícola es una especie rústica, muy agradecida, todavía en periodo de adaptación a las condiciones de cautividad. Cuando se podían adquirir ejemplares silvestres, no era difícil conseguir su reproducción en el primer año.

Es poco exigente, aunque agradece la variedad en la alimentación. La base fundamental en la alimentación de mis camachuelos es el alpiste, al menos el 60 %, con adición de mijo rojo y amarillo, perilla blanca, nabina negra y, de vez en cuando, algo de cañamón, negrillo y semillas de las denominadas para pájaros del género Spinus. He observado que mezclas con porcentajes demasiado altos de alpiste le provocan defecaciones muy húmedas, o al menos no demasiado consistentes, que se corrigen cuando añadimos a la dieta otro tipo de granos (nabina, negrillo, perilla). En general, se pueden admitir mezclas que lleven 50 % de alpiste y otro 50 % de semillas variadas.

Camachuelo Desertícola Joven

Camachuelo Desertícola Joven

Le gusta también cualquier tipo de fruta, aunque no la comen demasiado. Yo uso manzana, brócoli, espinaca, acelgas, naranjas,…lo que le doy a todas mis aves. También uso ajo y cebolla en la pasta de mantenimiento (a veces también pimiento verde, en pequeñas cantidades). Con relación a las plantas silvestres, mis favoritas son las ortigas (Urtica diodica) y las cerrajas (Sonchus oleraceus), que en Andalucía son plantas estacionales, que aparecen con las primeras lluvias otoñales. Estas dos plantas son una fuente natural de vitaminas, sales minerales, aceites esenciales, etc, que yo utilizo para la preparación para la cría. Las comen enteras y, recolectadas, se pueden conservar frescas durante una semana, en el frigorífico. Las ortigas se recolectarán con semillas y las cerrajas con las flores sin abrir, para que los pájaros puedan abrirlas y comer las semillas tiernas de su interior. La “pelusilla” de las cerrajas también la utilizan como relleno de los nidos (en eso los jilgueros son unos especialistas). Como posibilidad de uso, sería interesante probar la capacidad de oxidación de la planta Polygonium aubertii en esta especie, ya que quizás produzca efectos interesantes en patas y plumaje.

Respecto a las vitaminas y complementos, no creo que una alimentación equilibrada y variada necesite de ninguna ayuda, pero por costumbre utilizo Promotor 43, de la marca Calier, que no sólo tiene vitaminas sino también aminoácidos esenciales. Durante la muda sí lo utilizo más, porque la pluma nueva necesita del impulso de los aminoácidos, ya que la estructura básica de las plumas es queratina, que se basa en cadenas de aminoácidos unidas por dobles enlaces S=S. El resto del tiempo es más que suficiente con una vez por mes.

Hay que destacar, como se ha comentado anteriormente, que este camachuelo gusta mucho del suelo. Este aspecto lo he podido constatar en jaulas o voladeros y he de advertir que esta querencia puede provocar problemas de salud, ya que si no les impedimos comer en el suelo, tarde o temprano caerán irremisiblemente enfermos. Por eso es fundamental utilizar rejillas que separen las aves de sus defecaciones y conservarlas limpias.

La cría

Unos meses antes de empezar la cría debemos de incrementar la energía de la dieta en base bien a semillas oleaginosas o a semillas germinadas. La base de semillas en la preparación será la misma que durante el resto de la temporada. Sin embargo, no esperemos encontrar un camachuelo obeso: yo al menos en todos los años que lo llevo criando, nunca he tenido ninguno.

Es muy sencillo identificar a los camachuelos en celo ya que sus picos se tornan negros y, en el caso del macho, como todos los fringílidos, canta de manera ostensible, con un canto repetitivo, que recuerda mucho al del verderón común.

macho con plumaje
estropeado, sin buena preparación para
su exhibición.

La pasta que se utilizará en la cría se debe suministrar al menos un par de meses antes, de manera que estén completamente acostumbrados y les sea apetecible. En este punto destacar que todas mis aves comen la pasta de cría BIPAL y para los camachuelos recomiendo la pasta blanca mórbida con probióticos, ya que al poseer más grasa, la hace más apetitosa. También en los primeros 7 días de vida suelo suministrar medio huevo duro de forma diaria. Tampoco ha de faltarles el corrector minero-vitamínico BIPAL, que además comen con deleite, como especialmente también lo hacen los verderones.

Desde mi experiencia, he observado que es preferible abstenerse de darles cualquier tipo de verdura durante la primera semana y media de vida de los pollitos. En caso contrario, los padres empapuzan con fruición a los hijos con alimentos ricos en agua, con el resultado de heces muy líquidas, que en algún caso han inundado literalmente el nido de excrementos, con consecuencias desastrosas.

En cualquier caso, la pasta tendrá un contenido proteico bruto de más del 16 %, que puede complementarse con “pinkies” y semillas germinadas, a voluntad. Los gusanos pueden ser criados por nosotros o bien congelados, pero yo los prefiero congelados porque no tengo tiempo de lo primero y aunque caros, son muy prácticos. Si están acostumbrados, los comen con avidez (como casi toda la fauna europea). Con esta alimentación he podido ver cómo saltaban los cuatro pollos de un nido de una pareja excepcional, en el tiempo record de once días, algo que al menos yo nunca había visto en ninguno de mis pájaros.

Un hecho que he observado es que algunas hembras, antes de la puesta, parecen como enfermas, tristes, con un cuadro de decaimiento general, apático. En estos días hay que comprobar si han comenzado la puesta, porque no es raro encontrar más de un huevo en el nido y no percatarnos hasta que empiezan a incubar al tercer o cuarto huevo.

Se ha comentado que, en libertad, el número de huevos puede ser de seis. Yo, en muchas ocasiones, he tenido puestas de siete huevos y es común que las puestas alcancen los cinco huevos.

Deseo que estas líneas hayan ayudado al lector a conocer más a este magnífico fringílido. No son pájaros débiles, sino todo lo contrario. Cuando se cogen con la mano, el criador puede sentir la fuerza que proyectan con sus alas, desde sus músculos pectorales. Además, tienen un poderoso pico, que alguna vez me lo han hecho sentir.

En definitiva, espero haber transmitido algo de mi entusiasmo por este pájaro, que creo tendrá un futuro prometedor como ave de jaula.

BIBLIOGRAFÍA

Beaman, M., Madge, S. (1998). Guía de identificación. Aves de Europa, Norte de África y Próximo Oriente. Ed. Omega, Barcelona

Bernis F., Diccionario de nombres vernáculos de aves, Ed. Gredos, 1995.

Bernis F., La Clase Aves. Un Recorrido Biológico por la Taxonomía, Ed. Complutense, 1997.

Clement, Harris y Davis, Finches&Sparrows

Gutiérrez Expósito & Clavell. La lista ‘E’ del GAE/SEO-Birdlife de las aves de España, 2001

Mullarney, Svensson, Zetterström & Grant. Guía de Aves. Ed. Omega, S.A., 2001

Snow & Perrins, The birds of the western palearctic, Ed. Oxford University Press

Zamora et al., Rhodopechys obsoleta (desert finch): a pale ancestor of greenfinches (Carduelis spp.) according to molecular phylogeny. J Ornithol (2006) 147: 448–456.