Criar mutaciones es excitante, pero hace más difícil la reproducción del pájaro gris. El estándar pide, por ejemplo, un abdomen blanco. Los criadores experimentados utilizan el dorso claro para conseguir un vientre blanco. Es mejor utilizar un dorso gris claro que sea lo más oscuro posible, pero la desventaja inducida por el acoplamiento dorso claro x gris radica en que durante generaciones tendremos pájaros gris con mejillas y flancos demasiado claros. El tiempo que necesitaremos para conseguir el color adecuado en estas zonas hará que tengamos que olvidarnos de conseguir un vientre blanco.
Otro defecto que aparecerá en el gris cuando utilizamos el dorso claro será la aparición de una orla demasiado clara en las rémiges primarias.
De hecho, sólo hay un acoplamiento bueno: gris x gris. Evidentemente, acompañando la cría de una selección estricta.
Pero nos queda un aliado al que podemos recurrir: el sol. Los rayos directos del sol hacen desaparecer las últimas trazas de bruno del plumaje del dorso y de la cubierta de las alas. ¿Lo dudáis? Probad con esto: dejad un pedazo de papel de embalaje ordinario de tono marrón al sol. Os sorprenderá el cambio de tonalidad que sufre al poco tiempo.
El gris es el de color más bonito pero el hecho de que veamos tan pocos grises en los concursos nos hace suponer que es difícil de conseguir según los dictados del estándar. Esperemos que precisamente eso sea un acicate para estimular a los aficionados al Diamante mandarín en el futuro.
Índice del artículo
El Diamante mandarín bruno
El Diamante mandarín bruno es probablemente la primera mutación constatada en la naturaleza. Nada extraño, por otra parte, puesto que el bruno es el más próximo al gris original. El primer mutante bruno doméstico del que se tienen noticias, se localizaría en África del Sur, en 1940. Otras fuentes citan 1927 y en Australia. No es imposible que una misma mutación, sea cual sea, aparezca contemporáneamente en dos puntos distintos del globo. Pero en este caso, puede también que pájaros brunos o portadores de bruno hayan viajado de Australia hacia África del Sur.
Tampoco para esta mutación tenemos opciones a la hora de realizar los acoplamientos para mejorar el color. Si una cepa de brunos se malogra por la razón que sea en un momento determinado, la única salida que queda será utilizar otro color y habrá que emplear una hembra gris que sea lo más bruna posible (una mala gris, en suma).
Bruno x gris dará un 50% de machos grises portadores de bruno y un 50% de hembras brunas. Las hembras serán homocigóticas, ya que no existen hembras portadoras para los factores de transmisión recesiva y ligada al sexo, y los machos serán heterocigóticos, es decir, portadores de bruno. Cuando no se quiera tener más pájaros grises en la descendencia, no conservaremos más que las hembras. Combinarlas con otros colores no dará buen resultado porque el color de fondo que se obtiene es a menudo demasiado frío. Lo ideal es pues acoplar bruno x bruno.
Una selección estricta es el único camino para conseguir ejemplares brunos que respondan a las exigencias del estándar.
No expondremos nunca los Diamantes mandarines brunos a los rayos del sol, ya que el plumaje de las alas aparecerá lleno de manchas.
Diamante mandarín blanco
Australia fue la cuna de los primeros Diamantes mandarines blancos, allá por el año 1921. Su aparición en el continente europeo data de 1930. ¡Su entrada fue realmente triunfal! El negocio fue rentable sobre el plano financiero, durante los primeros años, para los criadores perspicaces que comprendieron que allí había dinero a ganar. Pero la medalla tenía un reverso… La especie es talmente productiva que el Diamante mandarín blanco, en pocos años, estaba al alcance de todos por casi nada, con lo que se acabó la gallina de los huevos de oro.
En cualquier caso, fue necesario un buen número de años para que la mutación llegase a un formato aceptable. Los pájaros estaban muy degenerados: no sólo eran muy pequeños sino que tenían también un plumaje deplorable.
Uno de los primeros criadores que consiguió producir bonitos y robustos Diamantes mandarines blancos fue el criador holandés Adrianus Wijgerde. Acumuló campeonatos holandeses y mundiales como si fuesen campeonatos de club. Superaba a todos por la cabeza y por las espaldas. Su cepa de blancos, única, era en todos los sentidos superior a la del resto de sus competidores.
Hoy en día hay ya muchos aficionados con buenos Mandarines blancos, pero la gran dificultad sigue estando en la preservación de la pureza del color blanco. Es consecuencia evidente, que las jaulas deben tener una limpieza escrupulosa.
El acoplamiento blanco x blanco está absolutamente desaconsejado, ya que hace sufrir mucho al plumaje. Esto se manifiesta sobre todo detrás de los ojos y en los hombros. Es mejor proceder al acoplamiento de pájaros blancos y de panachés portadores de blanco.
La mutación blanca es de herencia recesiva. Veamos los resultados teóricas de la cría:
Panaché/blanco x blanco
– 25 % machos panachés/blancos
– 25 % machos blancos
– 25 % hembras panachés/blancas
– 25 % hembras blancas.
Es evidente que hay Diamantes mandarines panachés y Diamantes mandarines panachés. Si nuestro objetivo es implementar el panaché en nuestros blancos, los primeros deben responder a ciertos criterios como: forma, porte, talla y calidad del plumaje. De entre todos los colores es con el panaché con el que se llega más lejos en la cría de los blancos. Observemos desde un poco más cerca la zona de plumas blancas de los pájaros panachés: son de un blanco purísimo ya se trate de tectrices, de rectrices o de rémiges.
Los pájaros panachés son también conocidos por la calidad de su plumaje. El panaché está muy próximo al color ancestral, es muy vital y su fecundidad es muy apreciada en la cría de Diamantes mandarines blancos. Sin embargo, no podemos esperar obtener de una misma cepa buenos panachés y buenos blancos. La excepción confirma también en este caso la regla, pero se trata en cualquier caso de dos programas de cría diferentes.
En la cría de los Diamantes mandarín blancos, lo que se busca es el color del fondo, lo que no ocurre en el caso de Diamantes mandarín panachés. Estos últimos deberán ser en todo caso portadores de blanco.
El defecto más corriente en el blanco es la descomposición del plumaje detrás de los ojos, con o sin descomposición en los hombros. Son defectos que hay que achacar a pájaros demasiado intensos o al acoplamiento blanco x blanco. Muy a menudo se constata también un color impuro, en otras palabras “el pájaro está sucio”.
El panaché sigue siendo, a pesar de todo, un gran problema en los Diamantes mandarines blancos. No todos tenemos la misma agudeza visual, que varía de una a otra persona. Todos los jueces tienen necesariamente buena vista, pero los hay ¡con ojos de lince! Es normal que estos últimos vean panaché mientras que sus colegas peor dotados por la naturaleza desde el punto de vista de la agudeza visual, no lo vean. Se llega así a situaciones en las que una semana, el pájaro recibe muchos puntos y, a la siguiente, no es enjuiciado por un defecto de color.
Cuando participemos en algún concurso con Diamantes mandarín blancos es mejor que previamente los inspeccionemos nosotros mismos con ojo crítico y eliminemos todo rastro de pluma panaché (de color distinto al del ejemplar). Si es necesario, un buen par de gafas nos será de gran utilidad y, llegado el caso, incluso una lupa. No hay que perder nunca de vista que los jueces escrutan el pájaro sin piedad, en busca del menor defecto, entre ellos la presencia de panaché, y que es una pena que uno de nuestros pájaros pierda puntos por una minúscula zona panaché. Podría perder así un campeonato por falta de atención de su propietario. ¡Tengamos claro que panaché es panaché y que un poco de panaché sigue siendo panaché!
Diamante mandarín albino
¿Por qué no hay un Diamante mandarín albino? Es extraño que no lo haya, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo que se está criando el Mandarín. La consanguinidad ha jugado un papel muy importante en el desarrollo de la población de los pájaros domésticos y esto debería ser un tanto a su favor para la aparición de la mutación albino. Extraño, repito, e incluso un tanto misterioso.
Un tal Coopmans llevó a cabo un estudio sobre el tema y publicó un artículo en la revista “Le monde des oiseaux”, de la Asociación Ornitológica Belga (año 1977, pág. 465). Citaba el caso de una pareja de Diamantes mandarín que había hecho ¡diecinueve nidos en tras años, con un total de ciento tres pollos! Señalaba también que encontraba con frecuencia gemelos en los nidos (dos pollos nacidos de un mismo huevo). Yo me dedico a la cría del Diamante mandarín desde hace más de treinta años, utilizo anualmente una veintena de parejas y jamás me he encontrado ante semejante situación. He tenido ocasión de ver huevos más grandes de lo normal, pero que no daban nada. Cuando los rompía, a veces encontraba dos embriones muertos.
La teoría desarrollada por Coopmans a propósito del Diamante mandarín albino es muy especial. Veamos lo que decía:
“….Con ocasión de un control del nido he encontrado dos pollos albinos con ojos absolutamente rojos. Al cuarto día han sido expulsados del nido. Los he vuelto a colocar, pero los padres los han vuelto a expulsar. La operación se ha repetido en varias ocasiones. Finalmente, los he colocado con otros Diamantes mandarín, pero han sido también rechazados por estos.”.
Coopmans estudió los jóvenes albinos y constató que los Diamantes mandarines tienen un diseño especial en el paladar: “…su parte superior está dividido en dos zonas por una línea negra…”
En la punta del pico podemos ver un pequeño punto negro, que sería el final de la mencionada línea negra. Hacemos notar que a ambos lados de la línea encontramos dos puntos negros sobre un fondo claro. Cuando unimos virtualmente los puntos entre ellos, obtenemos un triángulo.
La lengua presenta también un punto negro en su centro. Cuando los pollos tienen unos días, las zonas claras se hinchan y el paladar se hace muy desigual; su color tiene una apariencia amarillenta, que se acentúa a medida que los pollos crecen. Los puntos negros se difuminan. Cuando se acerca el destete, ya no se distingue nada sobre el paladar.
Los jóvenes albinos no tenían ninguna traza de diseño sobre el paladar y es posible que los padres no sintiesen estímulo para alimentar a estos pollos en cuestión, debido a esa falta de diseño en el paladar. Es también posible que todos los padres mandarín expulsen a sus crías sin diseño en el paladar. Y esa puede ser la razón por la que no tenemos todavía Diamantes mandarín albinos, y si nace alguno, muere prematuramente.
Sería posible solventar este problema alojando a los jóvenes albinos bajo el cuidado de nodrizas (Isabelas del Japón). La cuestión sigue siendo, sin embargo, saber hasta qué punto es aconsejable criar pájaros que jamás serán alimentados por sus padres biológicos.
Diamante mandarín panaché, manchado o pío
Probablemente fue en Dinamarca, en 1935, donde el primer Diamante mandarín panaché vio la luz. Este color está muy de moda en Alemania. Pero aparte de algunas excepciones notables, no ocurre lo mismo ni en los Países Bajos ni el Bélgica, donde son pocos los que se dedican a la cría de panachés. Conclusión: son raros, por no decir nulos, los Diamantes mandarín panachés presentados a los concursos.
Por otra parte, criar Diamantes mandarín panachés que se ajusten al estándar no es cosa fácil. Deben ser panachés al 50% y serlo simétricamente; todos los diseños deben ser interrumpidos.
Los panachés y los blancos se enfrentan unos a otros en la mayor parte de los concursos. Y debemos admitir que las oportunidades no son las mismas: es imposible para un Diamante mandarín panaché competir con un buen Diamante mandarín blanco.
La simetría es el principal problema y alcanzar un 50% de panaché tampoco es cosa sencilla. Los pájaros panachés demandados en los concursos son los grises y los brunos. No olvidemos que el color también es una cuestión a tener en cuenta, por lo que no debemos mezclar brunos panaché con grises panaché.
La mayor parte de los pájaros panaché se tienen en función de los pájaros blancos. La mutación panaché y la mutación blanca tienen una herencia recesiva y la blanca prácticamente no funciona sin la panaché. Pero las probabilidades de obtener un buen pájaro panaché y un buen pájaro blanco de una misma pareja es particularmente reducida.
La mejor solución, según mi opinión, para iniciarse bien en la cría sería de pájaros panachés es comprar cinco pájaros gris panaché. Hay que acoplarlos después con cinco homocigotos gris. Todos los jóvenes que se obtengan serán grises y portadores de panaché. Al año siguiente, acoplaremos los cinco jóvenes más bonitos con cinco adultos de más de un año. Esta combinación permite esperar un 50% de grises panaché y un 50% de grises portadores de panaché. Bastará con seleccionar muy estrictamente, hasta obtener pájaros grises panaché diseñados simétricamente. Si conseguimos tener al mismo tiempo un 50% de panachés, será todo un éxito.
Pero al cabo de algunos años, nos habremos dado cuenta que criar pájaros panaché es uno de los desafíos más difíciles en lo que a Diamantes mandarín se refiere. Nada hay de misterioso pues en que veamos tan pocos panachés en los concursos. ¡Y ese puede que sea el reto para un verdadero criador de la raza de los campeones!
Los píos o manchados, también conocidos como panachés, no son admitidos a concurso por la C.O.M. y, por extensión, por ninguna de las federaciones españolas. Sí es admitida una versión de manchado o pío “controlado”, denominado Ensillado, pues presenta el dorso en color melánico (gris o bruno), mientras que el resto del cuerpo ha de ser blanco sin ninguna traza melánica.
Diamante mandarín gris dorso claro
El Diamante mandarín gris de dorso claro se crió por vez primera en Suiza en 1956. Esto fue puesto en entredicho, sin embargo, por un criador alemán, que reivindicó su paternidad y que según él habría criado una hembra gris de dorso claro, en 1954, de pájaros que había conseguido en Holanda el año anterior. Al principio, no había prestado atención a este pájaro, ya que creía que se trataba de un gris pastel de mala calidad.
Pero no vale la pena entrar en este tipo de discusión, máxime después de tantos años. Aceptaremos que fue Suiza la patria natal del Diamante mandarín gris de dorso claro. El criador puso todo su empeño, desde un primer momento, en crear una buena cepa y pronto le fue impuesto el nombre actual de “gris de dorso claro”. En alemán se le conoce como “Hellrüken”, en inglés como “Pale back” y en francés como “dos clair”. Todas estas denominaciones apuntan la característica de esta mutación: el color claro del dorso.
La Comisión Técnica de la Federación Ornitológica Holandesa, bajo el impulso del decano Beckman, ha intentado modificar la denominación por la de “ágata”, pero sin ningún éxito. Digamos que la popularidad ha triunfado sobre la lógica, ya que se trata claramente de una mutación ágata. La melanina permanece casi íntegra y la feomelanina ha quedado reducida en un 50%, lo que da en esta mutación un dorso y alas beig claro y un vientre blanco puro, lo que es una característica típica de la mutación ágata. No voy a polemizar: llevo treinta años criando dorso claro y nunca les he llamado “ágatas”, lo cual no quiere decir que el decano Beckman no tuviese razón, sea dicho de paso
El dorso claro es una de las mutaciones más bonitas y es relativamente fácil de criar según su estándar. Es posiblemente ésta la razón por la que los encontramos masivamente en los concursos.
Para criar el dorso claro, es aconsejable conservar algunas hembras masqué de tipo inglés. Estas hembras son las que tienen un pequeño casquete gris, lágrimas negras y un damero claro sobre la cola. No se presentan en los concursos, pero son esenciales en la cría de buenos grises dorso claro. Acopladas con un macho gris dorso claro robusto, incluso un poco oscuro, el color de la cabeza de la hembra mejora sensiblemente la cabeza y la delimitación de la nuca en la descendencia. El color claro de la hembra masqué tiene también una influencia nada desdeñable y hace que los jóvenes nacidos del acoplamiento mencionado respondan al estándar en el apartado del color.
No utilizo machos masqué del tipo continental en mi criadero. El color de sus mejillas y flancos es demasiado claro. ¿Cómo es que al hablar de la cría del gris dorso claro hemos incluido también el Diamante mandarín masqué? Pues bien, se trata de dos mutaciones que son alelomorfas o, en otras palabras más comprensibles, mutaciones múltiples situadas sobre el mismo factor. Por consiguiente, dos mutaciones muy próximas entre sí. La prueba la tenemos cuando acoplamos un macho gris de dorso claro homocigoto con una hembra masqué. El resultado es un 50% de machos grises de dorso claro portadores de masqué y un 50% de hembras grises dorso claro. De hecho, el dorso claro es dominante respecto al masqué: un macho dorso claro puede ser portador de masqué, pero un macho masqué nunca será portador de dorso claro.
El acoplamiento dorso claro x dorso claro es aceptable, si se trata de pájaros de tono claro, pero pronto nos daremos cuenta de que los jóvenes, ya de la primera generación, serán más oscuros que sus progenitores. Repetir entre los jóvenes el acoplamiento dorso claro x dorso claro da origen a jóvenes bien oscuros, en los que hay dificultad para distinguir la frontera entre la cabeza (nuca) y el cuello.
Diamante mandarín bruno dorso claro
El Diamante mandarín bruno de dorso claro es una combinación de las mutaciones bruno y dorso claro. Ambas son mutaciones con transmisión hereditaria ligada al sexo y estaba escrito que los amantes del Diamante mandarín pronto intentarían combinarlas. Tuve un vecino que ya en 1963 casi lo consiguió.
Dorso claro x bruno da un 50% de machos grises portadores dobles de dorso claro y bruno y un 50% de hembras dorso claro.
El siguiente paso es acoplar un pájaro doble portador con una hembra bruno o dorso claro. Con un poco de suerte y crossing-over, podremos conseguir las primeras hembras brunas de dorso claro. La proporción es de un joven de este color cada treinta y dos, en su mayoría machos. Podemos esperar también un macho portador de bruno dorso claro, pero aún falta que compruebe esta afirmación.
Una vez poseemos este pájaro, es sólo cuestión de tiempo llegar a tener una buena cepa. Por este camino, mi vecino llegó a criar centenares. De hecho, era su color preferido y sigue siéndolo.
Diamante mandarín gris pastel
El factor pastel apareció por primera vez en el color salvaje. Los pájaros con este factor eran llamados inicialmente Diamantes mandarín azules, pero de azules tenían poco. Muy pronto la denominación pasó de “azul” a “plateado”. Sonaba mejor y tenía una apariencia más comercial. Después de bastantes años, y otras tantas incomprensiones, se llegó a la denominación pastel.
La eumelanina negra se reduce a un color gris plomo a causa de la acción del factor pastel. El color de la cabeza, del dorso y de las alas pasa a ser gris plateado y el de las mejillas, blanco cremoso. Los flancos son a menudo un poco más oscuros que las mejillas. La herencia de este factor es dominante.
Gris pastel x gris o a la inversa da:
50% machos y 50% hembras gris pastel
50% machos y 50% hembras gris.
En los Diamantes mandarín, ni los machos ni las hembras pueden ser portadores de pastel. Nada más sencillo: los pájaros o son pastel o no lo son.
El acoplamiento pastel x pastel es muy desaconsejable ya que entra en juego el factor letal, lo que ocurre también con los Canarios Gloster y los Diamantes mandarín moñudos.
Diamante mandarín bruno pastel
Esta mutación se llamó hasta hace poco, y aún se sigue llamando en ocasiones, “crema dominante”. “Dominante”, por su herencia, “crema”, por su color. Se trata sencillamente del factor pastel implementado en el color bruno. La C.O.M. (Confederación Ornitológica Mundial) está realizando sus máximos esfuerzos para llegar a una uniformidad en las denominaciones de las mutaciones y es en esta línea de política que esta mutación ha recibido finalmente el nombre de “bruno pastel”.
Bruno pastel x bruno o a la inversa da:
50% machos y 50% hembras bruno pastel
50% machos y 50% hembras bruno.
La gran dificultad con el bruno pastel reside en la obtención de un color uniforme en las plumas coberteras alares. No exponer a los rayos del sol a los pájaros de esta mutación puede ayudar a conseguirlo.
Diamante mandarín gris pastel dorso claro
Puede sonar exceso de vanidad, pero yo llamo siempre a esta mutación “mi color”, puesto que probablemente fui yo el que consiguió criar los primeros pájaros con esta mutación, que se llamaba antes “dorso claro plateado”. En honor a la verdad debo añadir que el éxito me llegó con la ayuda de la suerte, que debe a veces estar del lado del criador. Fue del acoplamiento entre gris dorso claro por masqué pastel del que obtuve mis primeros gris pastel dorso claro. En aquel tiempo no tenía ni idea de lo que era la herencia y me perdía en el dédalo de los numerosos colores existentes. Estoy hablando de hace ya treinta años y no era el único en esa situación. Desde entonces he tenido ocasión, afortunadamente, de enriquecer mis conocimientos sobre esta mutación y la utilización en todo este tiempo de más o menos veinte parejas, me ha ayudado mucho a conseguirlo.
El masqué pastel de referencia, del que obtuve mis primeros gris pastel, era de tipo inglés. Lo único que no llegaba a comprender muy bien en aquellos años era la diferencia entre un masqué ordinario y un masqué pastel y hay que reconocer que la diferencia es mínima en pájaros de tipo inglés.
Un gris pastel dorso claro x masqué pastel tipo inglés da 25% de machos grises dorso claro, con mejillas grises. Es de todos conocido que los machos de tipo inglés tienen siempre las mejillas y los flancos claros. Esto viene muy bien para el gris dorso claro pastel. El único “pero” en esta combinación es que obtendremos un cierto número de pájaros no acordes con el estándar. En efecto, obtendremos automáticamente masqués pastel y ese color no está reconocido en el estándar. No hay inconvenientes si se utiliza un macho dorso claro homocigoto, pero ¿quien tiene tales machos? Casi todos los machos dorso claro son portadores de masqué.
Herencia
Dorso claro/masqué x masqué pastel
– 12,5% machos dorso claro gris/masqué
– 12,5% machos dorso claro gris pastel/masqué
– 12,5% machos masqué gris
– 12,5% machos masqué gris pastel
– 12,5% hembras dorso claro gris
– 12,5% hembras dorso claro gris pastel
– 12,5% hembras masqué gris
– 12,5% hembras masqué gris pastel
Este acoplamiento no se utiliza a menudo, ya que como podemos ver sólo se obtiene un 25% de ejemplares dorso claro gris pastel.
Por el contrario, el acoplamiento más utilizado es gris dorso claro x gris dorso claro pastel y viceversa, que nos da:
– 50% gris dorso claro pastel, tanto machos como hembras
– 50% gris dorso claro, tanto machos como hembras.
Hay que criar gran cantidad de jóvenes si queremos obtener machos grises dorso claro pastel con mejillas de un blanco plateado, con banda pectoral oscura, damero y lágrimas del mismo color. Por ello es raro encontrar equipos de esta variedad en los concursos.
Diamante mandarín bruno dorso claro pastel
El bruno dorso claro pastel es una de las más bellas combinaciones de mutaciones que podemos admirar en el Diamante mandarín. Algunos consideran que este color es demasiado parecido al bruno pastel y tiene, en efecto, puntos comparables, pero el vientre blanco que caracteriza a los ejemplares dorso claro marca siempre una diferencia en el momento del enjuiciamiento.
Un buen ejemplar bruno dorso claro pastel tiene también un claro límite cabeza/nuca. El bruno pastel posee evidentemente un abdomen de color crema.
Aconsejo utilizar un bruno dorso claro y un bruno dorso claro pastel para intentar la cría, lo que nos dará como resultado:
– 25% machos brunos dorso claro
– 25% machos brunos dorso claro pastel
– 25% hembras brunas dorso claro
– 25% hembras brunas dorso claro pastel.
Diamante mandarín gris masqué
La primera cepa de Diamantes mandarines gris masqué veía la luz en 1953. W. Beckman le dio el nombre de “negro masqué”, que hoy en día ha pasado a ser “gris masqué”, porque se trata de un masqué de la serie gris. El negro de las lágrimas, de la banda pectoral y del damero tiene siempre tendencia a aclararse, lo que es evidentemente una falta de color.
Una segunda dificultad a vencer reside en el color de las mejillas y de los flancos en los machos. Estas zonas deben ser, de hecho, de un bruno naranja profundo y también este color tiene tendencia a hacerse más claro, con lo que nos encontramos ante una gran falta de color. De ahí la razón por la que en los concursos encontramos más hembras masqué que responden al estándar, que machos. Una de las causas de estas diferencias de intensidad del color es que nos encontremos ante pájaros nevados o intensos. Los nevados tienen el plumaje más largo, y cuanto más largo es el plumaje, menos intenso es el color. Por el contrario, los intensos tienen el plumaje más corto, por lo que el color es más profundo.
A menudo tenemos la ocasión de ver machos masqués dotados de un color muy intenso en mejillas y flancos, en el límite de lo establecido. Los “verdaderos” jueces de Diamante mandarín lo saben y es esto precisamente lo que hace que el enjuiciamiento del Diamante mandarín sea tan difícil. Cuando hay que elegir entre un ejemplar con forma y con un diseño de primera calidad, con las mejillas un poco más claras y un ejemplar más pequeño pero perfecto en lo que a diseño y color se refiere, la polémica está servida.
Entiendo que sólo hay un buen acoplamiento: gris masqué nevado x gris masqué intenso, o viceversa. Cuando las mejillas del macho masqué son demasiado claras, hay que buscar los pájaros apropiados para el acoplamiento. No aconsejo volver hacia atrás, hacia la forma ancestral gris, ya que esto originaría algunas generaciones de jóvenes con la cabeza impura, lo que supondría la obtención de un montón de jóvenes que no responderían al estándar. El remedio sería pues peor que la enfermedad.
Diamante mandarín bruno masqué
El bruno masqué es sencillamente la implementación del factor masqué en la serie bruna y su selección, siguiendo las exigencias del estándar, es aún más difícil que la del gris masqué.
Muchos imaginan que cuando un macho gris masqué tiene el damero, las lágrimas y la banda pectoral un poco demasiado claros, todavía puede calificarse de “bruno masqué”. Pero esto es un error. Las dos mutaciones difieren no sólo por la banda pectoral, las lágrimas y el damero. El Diamante mandarín bruno masqué tiene un color crema sobre la cabeza, el dorso y las coberteras alares, mientras que un gris masqué presenta un color más claro. Es una falta relativa por parte de un criador acoplar un ejemplar bruno masqué con uno gris masqué, ya que el resultado que se obtendrá no será ni carne ni pescado.
Imaginemos que queremos combinar con otro color, con la intención, por ejemplo, de mejorar el color de las mejillas. Para mí, la mejor solución es trabajar con la combinación bruno masqué x bruno masqué. Hay que estar atentos al color de las mejillas, del diseño bruno oscuro y seleccionar a partir del nevado y del intenso.
Diamante mandarín masqué tipo inglés
Se habla de “tipo inglés”…. a veces de “tipo continental”… se trata de una perfecta antinomia. Este color se cita a veces como “masqué de casquete gris”, pero vamos a conservar la denominación “de tipo inglés”.
En los concursos que se celebran en Inglaterra no vemos otro tipo de masqués y de ahí su denominación. Esta mutación no es muy buscada en Europa continental ya que son bicolores. La banda pectoral y las lágrimas son negras, mientras que el damero es beig claro. Las mejillas y los flancos son también muy claros en los machos.
Estos pájaros son de gran valor para los criadores de dorso claro a causa del gris de la cabeza y de la delimitación cabeza/nuca, que sufren una favorable influencia.
Diamante mandarín mejillas negras
En 1984 tuve ocasión de admirar el diseño de un Diamante mandarín gris dorso claro de mejillas negras. El creador del diseño, un tal Van Dijck, se había inspirado en un artículo que había tenido ocasión de leer en una revista que se llamaba “Zebrapad”, publicación del club especializado holandés N.Z.C. Lo que caracterizaba este diseño era que nadie, al menos que yo sepa, había visto antes un pájaro semejante. Digamos, que no existía aún “oficialmente”. Personalmente he considerado siempre tal diseño como una obra de arte y el sólo nombre de su creador ya decía mucho sobre el mismo, ya que Van Dijck ha sido siempre sinónimo de calidad y de respeto por la realidad.
Los mejillas negras son todavía recientes como mutación. Cierta dama alemana, llamada Weiler, descubrió, en 1984, entre un lote de Diamantes mandarín expuestos a la venta en un comercio que explotaba con su marido, un ejemplar con las mejillas y los flancos negros. Su marido, ella misma y un tercero sujeto, un criador alemán, decidieron criarlo, pero la búsqueda de la cantidad, en vez de la calidad, perjudicó esta cepa inicial. Pronto se dieron cuenta de que se trataba de una mutación recesiva. La cría se hizo entonces en una horquilla familiar, es decir que las parejas se formaban con ejemplares emparentados entre ellos. El resultado fue numerosos mejillas negras, que reportaron muchos marcos alemanes, antes del euro. Tres criadores holandeses de alto nivel consiguieron importar algunas parejas de mejillas negras, en 1986. Se trataba de Ton De Bruin, Dick Offerman y Jan Wigmore y necesitaron algunos años para llevar esta soberbia mutación hasta la forma deseada. Finalmente consiguieron alcanzarla antes de lo previsto y se lanzaron a concursar con sus mejillas negras. ¡La novedosa mutación no podía tener una publicidad mejor!
La mutación mejillas negras puede, en principio, ser implementada en todos los colores, pero los más bellos resultados son pájaros gris, dorso claro y masqué. Lo crío desde hace una ¡decena de años y he constatado que es muy difícil conseguir criar mejillas negras con mejillas y flancos puros. Y a menudo, cuando parece que las cosas empiezan a marchar, nos encontramos con problemas con la forma. Siempre me ha parecido que la cría de Diamantes mandarín de herencia recesiva padece de una acusada falta de constancia en la calidad.
Acoplamientos
1. gris dorso claro x gris dorso claro mejillas negras (o a la inversa) da como resultado:
– 100% gris dorso claro/mejillas negras, de los dos sexos.
2. gris dorso claro/mejillas negras x gris dorso claro mejillas negras (o a la inversa) da:
– 50% machos y hembras gris dorso claro/mejillas negras
– 50% machos y hembras gris dorso claro mejillas negras
3. gris dorso claro/mejillas negras x gris dorso claro/mejillas negras da:
– 25% machos gris dorso claro/mejillas negras
– 12,5 machos gris dorso claro mejillas negras
– 12,5% machos gris dorso claro
– 25% hembras gris dorso claro/mejillas negras
– 12,5% hembras gris dorso claro mejillas negras
– 12,5% hembras gris dorso claro.
El tercer acoplamiento es el menos satisfactorio porque los pájaros portadores no pueden diferenciarse de los no portadores y hay que hacer pruebas con un montón de jóvenes para comprobar su herencia.
El segundo acoplamiento es sin duda el más adecuado y de él obtendremos los mejores ejemplares para concurso.
Diamante mandarín cara negra
La mutación “cara negra” tiene probablemente su origen en la naturaleza. Fue desarrollada como cepa por criadores australianos y al principio se la vio con ciertas reticencias porque mostraba semejanzas con una modificación que estamos acostumbrados a encontrar en los Diamantes mandarín mal alojados, que muestran a veces zonas negras sobre el vientre, el dorso y sobre todo en las zonas de los lores (zona entre el pico y la marca lagrimal). Pero los criadores australianos se habían empeñado en esta mutación: la indiferencia cambió por interés y algunos ejemplares llegaron a Europa.
Los Diamantes mandarín cara negra fueron vistos por primera vez en Europa en los Campeonatos del Mundo de Zutphen, en 1976. Eran propiedad de M Van Zeggelen y podemos razonablemente creer que todos los Diamantes mandarín cara negra presentados actualmente en Europa descienden de estos precursores.
Podemos desarrollar en principio los cara negra en todos los colores, pero para obtener buenos ejemplares de concurso hay que pasar por el gris. Las combinaciones de mutaciones dan también buenos ejemplares, pero aconsejo dejar esta vía a los verdaderos especialistas.
Estas combinaciones puede dar a veces curiosos resultados, que la mayoría de aficionados no sabría ni siquiera decir si se trata de Diamantes mandarín. El trabajo con estas combinaciones tiene como objetivo llegar al Diamante mandarín naranja y negro
¿Pero se conseguirá este objetivo? Habrá que esperar el desarrollo de los acontecimientos.
Los pájaros de una mutación dominante no dan casi nunca problemas puesto que todos aquellos que los tienen los utilizan siempre para acoplarlos con pájaros no emparentados. Si hay algo que puede hacer que las mutaciones sean más pequeñas y más débiles es sin duda la cría en consanguinidad llevada a sus extremos.
El cara negra tiene una herencia dominante. Acoplando un ejemplar gris cara negra con un gris, se obtiene un 50% de grises cara negra y un 50% de gris ordinarios. Un Diamante mandarín no puede ser nunca portador de cara negra. Una hembra cara negra puede ser reconocida por el gris de sus lores; una hembra gris ordinaria los tiene blancos o blanco sucio.
Aconsejo a los principiantes que acoplen gris cara negra x gris ordinario. Hay que asegurarse siempre de utilizar sujetos no emparentados y de excelente calidad.
La mutación cara negra resalta mejor sobre el gris, aunque evidentemente la elección de los colores es una cuestión de apreciación personal, que hay que dejar a cada criador. Si todos tuviésemos los mismos gustos, el mundo sería muy monótono.
Diamante mandarín pecho blanco
Los primeros Diamantes mandarín de pecho blanco que llegaron a Europa provenían también de Australia. En un principio se les llamó “pingüino”, por su pecho blanco y sus alas oscuras, que hacían pensar en este palmípedo marino. Muy rebuscado, reconozcámoslo, por lo que pronto la mutación fue rebautizada en Bélgica y en los Países Bajos, con el nombre de “alas brunas” y después “alas grises”, hasta llegar finalmente a su nombre definitivo “pecho blanco”. Esto no fue óbice para que en Francia, Alemania y Gran Bretaña se le siguiese llamando “pingüino”.
Se trata de un color entre los más difíciles de criar según su estándar. Conseguir criar ejemplares sin lagrimal, con un pecho de un blanco inmaculado y el color de la cabeza de una estricta uniformidad hasta por debajo del pico exige que haya que criar una multitud para conseguir al menos uno que satisfaga las exigencias del estándar.
La mejor forma de seleccionar el pecho blanco es trabajar con los colores clásicos, como el gris o el bruno. He criado pecho blanco durante años, sin conseguir obtener ni uno sólo que me satisficiera.
Pecho blanco x pecho blanco da, lo más a menudo, pájaros con un pecho de un blanco puro pero son también a menudo demasiado claros sobre la frente, lo que es evidentemente una falta a penalizar en el apartado de color.
El más bello ejemplar que he conseguido criar provenía de un acoplamiento de bruno portador de pecho blanco x bruno pecho blanco. La forma juega también malas pasadas en los pecho blanco, algo que no es excepcional en los pájaros de herencia recesiva.
En lo que concierne al bruno portador, aconsejo un ejemplar con banda pectoral y lágrimas mínimas.
Diamante mandarín pecho negro
Los primeros pecho negro se criaron en Alemania y fueron presentados por vez primera en un concurso en 1968. Se trataba, y se trata, de una mutación espectacular, que no sólo influye sobre el color sino que modifica también el diseño del fondo en profundidad.
Se trata de una mutación de herencia recesiva pero de carácter intermedio. Esto significa que el emparejamiento pecho negro x pecho “no negro” da en su totalidad pájaros “pecho no negro” portadores de pecho negro. Pero… todos los jóvenes tienen caracteres intermedios, como “damero de la cola con marcas alargadas”, puntos de los flancos más ovalados, mejillas con tendencia a desbordarse y el diseño típico del cebraduras de pecho y garganta, que es irregular.
En otras palabras, el pecho negro es una mutación bonita e interesante, pero que debe estar bien separada de las otras mutaciones por el hecho de que sus caracteres intermedios pueden aparecer de nuevo en generaciones posteriores.
Los mejores resultados se obtienen utilizando la forma salvaje. Esta última tiene la mayor carga eumelánica, lo que hace que la mutación pecho negro se aproveche enormemente de ello, o al menos esa es mi opinión.
Quedan, para acabar, las combinaciones de mutaciones:
– Cara negra pecho negro gris
– Cara negra pecho negro gris mejillas negras pecho naranja.
Podemos combinar todos estos colores con bruno, isabela, dorso claro, masqué, etc. Colaborad con los jueces y no criéis en comunidades cerradas y participad en los concursos con pájaros cuyos colores sean reconocibles. No viene nada mal a nadie y ayuda a todos.
Diamante mandarín pecho naranja
Los primeros pecho naranja se criaron en Zele, lugar de mi nacimiento. Pero no fue en mi aviario ni en el del gran maestro belga de Diamantes mandarín Jozef De Raedt, sino en el de De Coster. Este último había descubierto un pájaro mutado de este color en casa de un revendedor. Más tarde, Paul Chabot, otra autoridad en materia de Diamante mandarín, compró los pájaros existentes y amplio la cepa más adelante.
Es una pena que los pecho naranja con diseño clásico no se mantengan aparte y se acoplen con pecho negro, con la esperanza de obtener pecho naranja puros, algo muy raro, si no utópico. Es fácil implementar el factor “pecho negro” en otro color, pero obtener buenos ejemplares es ya otra cosa. Se trata de una mutación recesiva, que tiene además un carácter intermedio. Es en el acoplamiento con el bruno donde mejor se exterioriza el “pecho naranja”, aunque evidentemente un ejemplar gris pecho naranja no afea ninguna voladera.
Las combinaciones de mutaciones ofrecen un amplio abanico de posibilidades y de colores. Tomemos por ejemplo un “bruno pecho naranja pecho negro cara negra” (¡vaya nombrecito!), que es un pájaro casi completamente naranja, en el que es prácticamente imposible encontrar las características originales. Es de una belleza impresionante, como lo puede ser un “isabela pecho naranja pecho negro cara negra”. Sin embargo, es aconsejable no obsesionarse con estas combinaciones si las vemos en algún concurso, ya que para conseguir uno sólo de estos pájaros, hay que prever decenas de ejemplares desechados, que no nos servirán absolutamente para nada. Semejantes combinaciones están reservadas para criadores curtidos, que pueden dedicarse a experimentar.
Diamante mandarín pico amarillo
Los primeros pico amarillo aparecieron en 1953, pero debían existir ya antes, sin que nadie les prestase atención. Se ven muy pocos en los concursos e incluso en los clubs especializados. La mayoría de los aficionados no se sienten muy atraídos por esta mutación, porque al fin y al cabo, se trata de un pico que se ha hecho amarillo y de unas patas cuyo color es también más claro. El amarillo del pico, a pesar del nombre, es siempre más bien naranja, sobre todo en periodo reproductivo. Es entre las hembras donde encontraremos los ejemplares más bonitos.
La herencia de esta mutación es recesiva y hay que prestar mucha atención a no caer en una consanguinidad a ultranza, a la que sólo se puede recurrir cuando se trata de pájaros muy robustos.
Podemos olvidarnos de obtener descendencia de calidad si utilizamos reproductores demasiado pequeños y que, además, tengan parentesco. No hay que perder nunca de vista que los Diamantes mandarín criados para concursar se cuentan entre los más difíciles de conseguir. Son pájaros de forma, aunque los diseños y los colores son también importantes.
Un criador que quiera especializarse en la cría del pico amarillo puede contar con un buen futuro tanto en el plano nacional como internacional.
Si de hecho varios aficionados se deciden a aceptar el reto, la calidad y la cantidad de picos amarillo se incrementará notablemente, lo que redundará en provecho de la mutación y del Diamante mandarín mismo, ya que hoy en día, hay que reconocerlo, son pocos los que se preocupan por esta mutación.
Diamante mandarín moñudo
Los aficionados europeos han llegado al conocimiento del Diamante mandarín moñudo a través de los aficionados japoneses. Japón es, en el plano ornitológico, como en muchos otros por otra parte, un país con una aureola de misterio. La distancia y la lengua son ya barreras bastante difíciles de franquear, pero sea como sea podemos estar seguros de que existe allí una afición por la ornitología tan grande como entre nosotros. Conocemos el Hosso japonés, canario de postura, la Isabela del Japón perlado y el Padda blanco, que son originarios del Imperio del Sol naciente. También el Diamante mandarín moñudo es un hallazgo de los criadores japoneses.
Los primeros ejemplares llegaron a Europa en 1972. Recuerdo aún que había que dar muestras de mucha imaginación para apercibir la moña en la cabeza de estos primeros pájaros, ya que se trataba tan sólo de algunas plumas formando un remolino. Es, en todo caso, una mutación interesante por su herencia dominante. El acoplamiento moña x cabeza lisa da un 50% de moñas y un 50% de cabezas lisa.
Por lo dicho en cuanto a la herencia, no existen portadores de moña en los Diamantes mandarín, lo que es tranquilizador para muchos.
Años de cría selectiva han llevado a bonitos mandarines moñudos, que cuando intentamos compararlos con los canarios Gloster, nos hace pensar que mucha agua tendrá que correr aún para que podamos ver en un Diamante mandarín una moña semejante a la del Gloster. Pero de hecho, la comparación no es del todo indicada. La cría del canario Gloster está extendida por todo el mundo y su población es gigantesca. Lo podemos ver en todos los concursos y muestras, por lo que no es de sorprender que miles de aficionados se hayan especializado en su cría.
No ocurre lo mismo con el Diamante mandarín moñudo, que no es reproducida más que de manera “confidencial”, podríamos decir, por aficionados que se han especializado en esta mutación y que son realmente pocos.
Sin embargo, los Diamantes mandarines moñudos tienen algo más que la moña a destacar: su pico, más corto, que es típico. Deberíamos pues dedicar más atención al “moñudo” porque ¿cuantos Diamantes mandarines con el pico demasiado largo encontramos en los concursos?
Diamante mandarín feomelánico
La mutación feomelánico ha dado mucho que hablar porque desde el primer momento ha habido dos versiones. Una más oscura, que probablemente ha desaparecido ya hoy en día, y aquella con un color más claro sobre la cabeza, el dorso y las alas, que es la que en la actualidad vemos en los concursos.
Estas dos versiones aparecieron en el aviario de M J. Broeckhuizen.
El conocido criador holandés de Diamante mandarín, Norde, se procuró ejemplares después de la muerte del primero y perfeccionó la mutación feomalánica.
Se trata de una mutación de herencia recesiva y los más bellos ejemplares se consiguen del acoplamiento feomalánico x feomelánico.
Si sólo tenemos un feomelánico, podemos acoplarlo con un bruno, lo que nos dará ejemplares brunos portadores de feomelánico. Es aconsejable acoplar feomalánico x feomelánico tratándose de una mutación tan clara sobre dorso y alas, ya que es raro obtener resultados tan buenos utilizando pájaros portadores.
Sin embargo, el color profundo de mejillas y flancos es difícil de mantener sin la intervención de pájaros portadores. Está claro pues: la mutación feomelánico es un bonito color pero también difícil de conseguir.
Diamante mandarín mejillas
El criador belga Eddy Breys, de Alost, descubrió hacia el año 1965 un pájaro mutante espectacular en una de sus jaulas de cría. Era fruto del acoplamiento pecho blanco bruno x masqué. La cría fue difícil al principio ya que muchos jóvenes nacían ciegos. En un momento dado, muchos “loodwangen”, como se les llamaba entonces, fueron comprados por el criador holandés Van den Hoven, que consiguió formar una cepa estable y acabar con el problema de los ojos.
Yo empecé a criarlos en 1980 y tuve jóvenes con un solo ojo, otros sanos y otros, en fin, con el pico deforme. Encontré aquello tan espantoso que dejé de criarlos y me desentendí de la mutación. Afortunadamente, no todos hicieron como yo y el trabajo pionero de algunos idealistas, entre los que se cuenta Van den Hoven, permitió que la mutación se perennizase.
El nombre de la mutación se adaptó y de “loodwang” pasó a ser simplemente “wang” (mejillas en castellano). Así, en la serie gris hablamos de Mejillas grises y en la serie bruna, de Mejillas brunas.
La mutación “mejillas” es de herencia dominante. Para obtener un buen mejillas gris hay que acoplar dicho ejemplar con un gris con el abdomen lo más claro posible, con un resultado del 50% Mejillas gris y 50% gris.
En el caso de un Mejillas bruno, el acoplamiento ideal es Mejillas bruno x bruno, con el dorso más claro posible, con un resultado del 50% Mejillas bruno y 50% bruno.
Se ven pocos Diamantes mandarines Mejillas en las exposiciones, lo que corrobora que se trata de una mutación para criadores experimentados. Es y seguirá siendo uno de los colores más difíciles de conseguir según las exigencias del estándar. Es absolutamente necesario seleccionar sobre ejemplares robustos, con un pico corto y cónico y una cabeza redonda.
Podemos probar también la combinación con “mejillas negras”, lo que nos daría Mejillas mejilla negras, un nombre curioso. Algo cogido por los pelos, según mi opinión.